Historia de la Institución

Orígenes e historia del Instituto Nuestra Señora de Ranelagh






El nacimiento del proyecto: una propuesta innovadora

El comienzo se remonta a fines de la década del 50 en la localidad de Quilmes, cuando Monseñor Juan Ignacio Pearson (1907 - 1975) junto a Loreley Grünwaldt (futura directora de las religiosas laicas) inician la denominada Comunidad de la Total Dedicación. Ésta consiste en un grupo de mujeres que se consagran a la obra de Dios, sin dejar de tener contacto con el mundo que las rodea. La originalidad de este grupo surge de las inquietudes de Monseñor Pearson, quien se ocupó de aunar en sus enseñanzas las valiosas tradiciones de la Iglesia junto a su espíritu de renovación constante que lo mantenía en contacto con la realidad cotidiana. Pearson mostró la necesidad de luchar por los problemas sociales que acuciaban al hombre: la pobreza ,la ignorancia, la falta de dignidad y de libertad, junto a todo aquello que lo alejaba de Dios. Por este motivo, él se convirtió en un incansable conciliador entre el saber sagrado y el saber profano, tratando de acercar la Fe y la Cultura y viendo en el desarrollo y difusión de las ciencias humanas la posibilidad de acercar al hombre hacia lo espiritual.

Esta visión de Monseñor Pearson fue llevada a la práctica cuando en la década del 40, se encontró con un grupo de mujeres, dentro de la Acción Católica, que deseaban servir a Dios pero manteniendo su contacto con el mundo que las rodeaba, porque las órdenes religiosas tradicionales no eran una opción para ellas. La confianza entre estas damas y el padre Pearson surgió porque él estaba a cargo de la Parroquia Inmaculada Concepción de Quilmes y era el confesor de muchas de ellas. A raíz de este encuentro, Monseñor Pearson se entrevistó con el Arzobispo de La Plata, y así se logró incluir a este grupo de mujeres en un nivel intermedio entre la orden religiosa y los simples laicos. Esta propuesta de Pearson consistió en la creación de un grupo de hermanas que pronunciarían votos individuales y dependerían directamente del obispo, sin formar una asociación. En el origen de este grupo, la devoción por la Santísima Virgen y su enfoque del rol de la mujer como un complemento en la visión del mundo junto con el varón, se convierten en la base de sustento. Para completar sus estudios y su formación, las 35 mujeres, gracias a sus ahorros y a la subasta de la biblioteca íntegra de Monseñor Pearson, realizaron un viaje a los Estados Unidos, en 1955. Luego de pasar por Washington, Puerto Rico y Nueva York, regresaron al país con una rica experiencia y nuevos enfoques espirituales y pedagógicos que volcaron en la educación, aportando un punto de vista sociológico a la enseñanza.

A fines de 1958 aparecieron en la localidad de Ranelagh, este grupo de mujeres dispuestas a iniciar una etapa de realizaciones con el experimento de una colonia de vacaciones y más tarde la inauguración de un colegio en la zona. Entre los motivos que se convirtieron en el inicio de esta experiencia educativa se encuentra el éxito de esa colonia veraniega, ubicada en la propiedad llamada “Villa Guadalupe”, (actualmente 310 y 360) que realizó actividades lúdicas, artísticas y deportivas siendo atractiva tanto para los padres como para los niños. A esto se sumaba lo llamativo del aspecto de los miembros del grupo porque si bien eran consideradas monjas, su vestimenta, sus tacones altos y sus labios pintados mostraban su faceta laica. Una vez tomada la decisión de comenzar con la escuela, se adquirió la propiedad ubicada en las actuales Av. Este y 365, perteneciente a la familia Lottermoser, donde se iniciaron las clases de nivel primario el 16 de marzo de 1959, siendo su primera directora la docente Josefina Lena. Esta primera etapa fue supervisada por las siguientes laicas consagradas Águeda Barrera, Teresa Valdéz, María Cosentino, Hilda (Lala) Errecarte, Loreley Grunwaldt, entre otras.












El uniforme colorido y original hizo honor a la filosofía renovadora que aportaban estas mujeres, en el uso de telas escocesas de llamativos rojos y verdes en faldas y corbatas, que se complementaban con un blazer verde inglés sin cuello y con botones blancos, medias verdes y boina de ocho gajos al tono. Buscando la iluminación y protección de la Santísima Virgen, su imagen se convirtió en el escudo que representó al establecimiento a lo largo de estos 50 años.






Poco después este grupo de mujeres consagradas fue llamado por el arzobispo de La Plata a hacerse cargo del Instituto Terrero ubicado en la calle 11 entre 45 y 46 de esa ciudad. Sin embargo su filosofía continuó viva en las generaciones posteriores al permitir al poco tiempo la creación de la primera escuela secundaria normal de Ranelagh. En los primeros años la hermana Águeda Barrera continuó supervisando, como representante legal, el desarrollo de la institución con sus periódicas visitas desde La Plata junto a comisiones de padres, hasta que se produjo el traspaso al Obispado de Avellaneda en 1970. En su esencia surgió una escuela abierta a la comunidad, con principios ecuménicos, ya que admitía alumnos que profesaran cualquier credo religioso, mixta (aunque con mayoría de mujeres), bilingüe (jornada completa), y con profundas raíces humanísticas y artísticas, cuyas actividades innovadoras fueron teatro, poesía en inglés, en castellano, educación por el arte, etc.

Inspiradas por la labor de estas mujeres consagradas una grupo de familias tomó la decisión de colaborar y continuar su obra, algunas de ellas fueron: Knight, Calumi, Olmelli, Lilliecreutz, Hajduk, Lindblom, Daguerresar, Espina, Mason, Galarraga, Ronald, Edwards, Villaclara, Belou, Isola, Patiño, Duprat, Scassa, Oliver, Philip, Scherianz, Bertelli, Donati, Homola, Levalle, Bach, Goyán.

¡Una escuela secundaria en Ranelagh!

La escuela secundaria comenzó a funcionar en el año 1961, bajo el expediente de tramitación número 53900/61, en el mismo edificio que ya ocupaba el nivel primario. Su primera directora fue la señora Elena Barrera de Ronderos y la primera secretaria la señorita Aurora Berango. Algunos profesores de esta época, en los primeros años, daban clases gratuitamente para apoyar el proyecto. Los primeros docentes fueron: Olga Gavaldá (Lengua), Mary Zea (Lengua), Ana María Tauteris (Matemática), Marta Castro de Abatti (Matemática),Sra de Deambrosi (Biología), Milton Perernau (Física),Miguel Desarro (Matemática y Física), Dolly Belou (Geografía), Francisco Travieso (Historia), María Lucía Zucchi de Arroyo (Artística), Mario Morant (Filosofía) Héctor Gaddi (Dibujo), Noemí García (Gimnasia).En el turno tarde se dictaban de manera obligatoria, todos los días y para todos los alumnos, clases de inglés que culminaban con la presentación de los mismos a exámenes internacionales. Entre los docentes se contaron Stella Dyck (Profesora y directora de Inglés), Mrs Luksza, Mrs Adams, Mrs Rivas, Mrs Peebles, etc.

Este es el listado de las 15 alumnas que ingresaron a primer año en 1961:
Mónica Calumi, Silvia Margarita Lindblom, Ana Lía Daguerresar, Beatriz Hajduk, Carol Mason, Beatriz Ronald, Loraine Philip, Patricia Espina, María Ester Quintín Paez, Silvia Patiño, Mirta Olmelli, Alicia Lilliecreutz, Marcelina Griffo, Romana Kurás, Cristina Chavez

Frente al aumento de alumnos, cursos y necesidades de la escuela, se decidió recaudar fondos para solventar la compra de un edificio más grande. En el año 1962 se organizó la rifa de la casa donde se hallaba el colegio y se emitieron bonos a nombre del Instituto Educacional Ranelagh S. A., la mayoría de los cuales fueron adquiridos por familiares y padres de los alumnos del establecimiento. Siendo favorecida con el premio una de las familias fundadoras, la familia Calumi.

Con el dinero obtenido de la rifa y de la venta de los bonos se adquirió la propiedad de la familia Albano, inscripta bajo el número de catastro 4362 Quilmes 1962, circunscripción IV sección U fracción 3 parcela 1, cuya superficie era de 10.024,75 m2., y ubicada en las calle 360 y 311, Ranelagh.





El edificio original constaba de: el chalet o casa principal, la casa de los antiguos caseros, donde funciona el actual kiosco de la escuela, una glorieta ubicada a la izquierda de la entrada, una pajarera a la derecha debajo del roble, una pequeña pileta de natación, donde hoy se encuentra el mástil, un bebedero de caballos y una caballeriza, donde se guardaron los elementos de educación física hasta que fue destruida por un incendio. Una glorieta decorada con rosales comunicaba la casa principal con las caballerizas. Al igual que un camino de lajas unía el chalet con el portón de madera de entrada.







Como se observa en las fotografías, el chalet se hallaba rodeado de árboles frutales: cítricos, manzanos, granadas, gran variedad de flores y como únicos sobrevivientes y mudos testigos de los 50 años transcurridos se encuentran el ciprés y el añoso roble, que acompañaron y acompañarán a tantas generaciones…






En el año 1962 varias instituciones locales colaboraron con la instalación de la escuela y la misma recibió un subsidio de $10.000 de la recientemente creada Municipalidad de Berazategui y una donación de $ 30.000 de Ducilo. Además, la empresa Rigolleau donó un galpón que se trasladó desde el viejo edificio hacia el nuevo y se acondicionó para que funcionaran en él cuatro aulas, ubicadas donde actualmente se encuentran las aulas de la Escuela Secundaria Básica. Allí se desarrollaron las clases correspondientes al nivel secundario mientras que en el chalet funcionó el nivel primario. Para lograr un clima agradable de estudio y de compromiso, las alumnas se encargaban de cuidar y mantener un pequeño jardín al frente de estos salones, y, a propuesta de la profesora de Educación Artística, María Lucía Zucchi de Arroyo, en su interior, realizaron murales de distintos artistas como el de Henri Rousseau llamado “Antílope atacado por un león”



En el año 1965 se recibió la primera promoción de maestras que estaba integrada por Mónica Calumi, Silvia Margarita Lindblom, Ana Lía Daguerresar, Beatriz Hajduk, Carol Mason, Beatriz Ronald, Loraine Philip, Patricia Espina, María Ester Quintín Paez, Silvia Patiño, Mirta Olmelli, Alicia Lilliecreutz y Catherine Kirby.



Durante la década del 60, y para lograr más espacios en la institución, se instalaron algunos viejos tranvías, acondicionados como aulas, en reemplazo de las que habían desaparecido en un incendio. Además, se construyeron aulas de material, para uso del nivel primario y el chalet pasó a ser ocupado únicamente por el nivel secundario.




Con el paso de los años, el chalet dejó de ser una casa de familia para convertirse en una institución educativa. Ese período de transición puede comprenderse al ver la transformación de antiguos dormitorios en aulas, el garaje no solo utilizado para dar clase sino como escenario de obras de teatro, y, la cocina, que funcionó sólo dos o tres años como comedor, para convertirse en laboratorio en la segunda mitad de la década. El antiguo jardín de invierno dejó paso a la administración y el vitreaux que decoraba el techo del corredor central fue reemplazado por un simple cielorraso. La caldera original permitió que sólo durante el primer año las alumnas gozaran de calefacción central por radiadores y luego, debido a su deterioro fue eliminada.




Los asados del 25 de mayo, que reunían a las familias del Nuestra señora, ponen de manifiesto el clima de sociabilidad y colaboración que reinaba en el colegio, donde también se llevaban a cabo las fiestas de egresados.
Una de las actividades extracurriculares que ofreció la escuela fueron clases de hockey dictadas por el profesor Jorge Casabona, así como la organización de sevens de hockey que se llevaron a cabo en el predio de la escuela y en los terrenos adyacentes prestados a tal fin. Este deporte sirvió como incentivo para que muchos alumnos de la escuela jugaran en clubes de la zona y algunos de ellos alcanzaran la selección nacional masculina y femenina, siendo la más reciente, Mariné Russo, campeona mundial y olímpica con Las Leonas.

Acompañando los cambios edilicios, también se produjeron cambios en el personal de la escuela. La señora Elena de Ronderos, fue reemplazada como directora por la docente platense María Leonor Ageitos de Luzzo. A partir de 1967 toma el cargo el señor Osvaldo D’Antueno, platense también. En la segunda mitad de la década del 60 se incorporan nuevos profesores al plantel docente como Graciela Pagano (Ed. Físca), Carlos Orzali (Anatomía), Mme Roldán (Francés),Blanca Durchner (Música), Teresita Bragoni (Pedagogía y Didáctica),Marta Susana Mateo (Filosofía), Marta Arano (Matemática), Marta Nery de Pujol (Lengua), Delia Felicitas Oliver (Química),Susana Sarti (Lengua)),Mme Carla Szaler (Francés), Aníbal Goñi (Inglés), Mrs Mónica McKenzie de Luckza (Inglés), Vicente Toscano (Ed. Física), Estela Cornell (Contabilidad y actual secretaria del nivel primario), María Martina Lucchesi (Historia), Lea Olga Vidal (Geografía),Ana María Bugnone (Lengua), María Alicia Berutti de Zago (Didáctica). En este período algunos de los que ocuparon el puesto de preceptores fueron Francisca Moreno, Graciela Scandroglio, Pastora Muñoz, Juan Della Rolle, María Herminia Gouzene(Perlita),Norma Gaddi, María José Isola y Teresa Bach.


Década del 70: la escuela crece

A partir de esta década la escuela es reconocida por la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada con el número B 408, obteniendo una subvención del 100%, no así en el nivel primario que recién la obtuvo en 1975. Los cambios en el edificio a lo largo de este período se perciben en los siguientes datos: los tranvías comenzaron a desaparecer, y se fueron reemplazando con la construcción de nuevas aulas enfrentadas a las ya existentes para ser usadas por el nivel primario y otras para el jardín de infantes.



Luego del incendio que destruyera las aulas que funcionaban en el galpón donado por Rigolleau, se construyeron cuatro nuevos salones a la vera del “campito” y a un costado del chalet, que fueron usados por el secundario. Al mismo tiempo que se agregaban dos nuevos baños que funcionaban en el mismo lugar que los actuales.


Cerca de donde se hallaba la glorieta se construyó un tinglado para ser utilizado como futuro gimnasio de la escuela. En un primer momento, se levantó la estructura de hierro, donada por la empresa Ducilo, y luego se techó con chapas, gracias al aporte de una cuota extra por parte de los padres. Sin embargo la obra nunca se concluyó, entre otros motivos, por no cumplir con las medidas requeridas para su funcionamiento. Mientras el laboratorio, ubicado en la antigua cocina, con sus paredes, su gran mesa de azulejos en el centro rodeada de vitrinas y estanterías con persianas, había encontrado la posibilidad de ser usado, la biblioteca de la escuela no corría igual suerte porque nunca halló un lugar adecuado y fijo para funcionar, ni el bibliotecario que se encargue de la misma.



Apareció en la escuela el famoso kiosco de “Pocha”, en reemplazo de un grupo de madres y/o preceptoras que esporádicamente vendía algunos alimentos en los recreos. Este negocio se instaló en una casilla prefabricada entre el chalet y los salones de primaria, frente al ciprés. Allí no solo se vendían alimentos, sino también artículos de librería y funcionaba un comedor.



Con respecto a la parte pedagógica, se observan cambios a lo largo de esta década. Entre 1970 y 1973, la dirección estuvo a cargo del profesor en Letras, el Presbítero Ítalo Andretta, quien además vivió en el predio ocupando la casa que antiguamente era de los caseros, hoy kiosco de la escuela. En el año 1974 y 1975, el cargo de rector fue ocupado por el Presbítero Francisco Norberto Rumbo, quien además se desempeñaba como profesor y luego fue designado Representante Legal. A partir de 1976, el colegio pasó a depender del nuevo Obispado de Quilmes, a cargo de Monseñor Jorge Novak y al frente de la dirección la señorita Martha Susana Mateo, quien ya formaba parte del cuerpo de profesores de la escuela. Además la institución no sólo se agrandó a nivel edilicio sino en cantidad de alumnos ya que a partir del año 1975 se abrió el 1er año división B del Bachillerato, mientras que el Magisterio había dejado de ser un título secundario para pasar a ser una carrera de nivel terciario. En 1978 se inició una tercera división C de primer año aunque las demás continuaron siendo dos divisiones.
Con respecto al personal docente de esta década, mencionaremos algunos integrantes del staff. En el área de Educación Física se incorporaron Juan Carlos Garobbio, Marta Milazzo, y en 1978, la actual profesora Cora Garay. El profesor Toscano fue el encargado de organizar las tradicionales fiestas de Educación Física de esa época que se observan en las siguientes fotografías.





En el departamento de matemática se desempeñaron profesores como Alcira Mariño, Ivonne Ezpeleta de Beljansky, Susana Alicia Álvarez, entre otros. En Física y Química llegó al colegio la profesora Marlis Adler de Alessandria, quien marcaría una época hasta la década del noventa. En las ciencias sociales se incorporaron las profesoras Lidia Schaumann, Nora Bonete,Néstor Deltín, Mariana Di Bernardo, Marta Errecarte, Norma Gaddi, Esperanza Lata Sánchez, Enrique Abbati.
Junto a la profesora de lengua Susana Sarti, trabajaron María de las Mercedes Serqueira y Patricia Ratto, quienes organizaban memorables obras de teatro protagonizadas por los alumnos. En el área de artística se incorporó , el inolvidable Osvaldo Pensa. En Biología llegó al establecimiento la profesora Alicia Asmetto de Sosa. En Francés ingresaron Iva Di Bernardo, Claudia Belou y Catalina Camarini, y en Inglés Mirta Olmelli, Lucrecia Rumbo, Beatriz Deandreis y Susana Arditi. En esta misma década se incorporó en el área de preceptoría, Andrés Doeswij, Conrado Santiago (Jimmy) Böndel quien más tarde se desempeñó como profesor de Geografía. En el ámbito de secretaría ingresó como asistente de Aurora Berango, la señora Adriana Curti, quien más tarde la sucedió.

El Departamento de Inglés del turno tarde continuó funcionando aunque a lo largo de la década perdió paulatinamente su obligatoriedad. Algunos de sus directivos y docentes fueron, Aníbal Goñi, Noreen Patterson de Crook, Peggy de Morinigo, Milena Gandolfo, etc.

Década del 80: crecimiento sostenido

La dirección continuó estando a cargo de la profesora Martha Mateo quién tuvo que adaptarse a las nuevas disposiciones que trajera el inicio de la etapa democrática al sistema educativo. Así se abandonaron los estrictos promedios para pasar a nuevas nomenclaturas como S(Superó), A (alcanzó), y NA(no alcanzó) los objetivos de aprendizaje. En esta década, la cuota pasó a ser más accesible y trajo como resultado un incremento en la matriculación, que generó un alumnado cada vez más heterogéneo, proveniente no sólo de Ranelagh sino también de los barrios aledaños.

Para esta época, cuando se implementó el turno tarde del nivel primario y el establecimiento comenzó a poblarse, la escuela bilingüe perdió terreno ante la necesidad de aulas y el inglés extra curricular, bajo la dirección de Milena Gandolfo, se conviertió en optativo.

Aunque continuaron en el establecimiento gran número de los docentes ya mencionados en la década anterior, se incorporaron nuevos profesores como: Susana Bressand, María Celeste Mancuso y Graciela Sieben (Historia), María Ester Mayer (Ed. Cívica), Adriana Calviño (Psicología),Débora Eder, Ana María Hernández de Méndez, Marila Rebay y Alejandro Rodríguez (Artística), Antonio Muhl (Ed Física), Liliana Waipan, Patricia Catenaro, Cristina Carrera , Daniel Montañez, Nancy Briccola(Geografía),Dominga Pirucha Aiello(Música ) y como preceptores, Luis Rodríguez ,Pablo Vázquez, Fernando Girón, Enrique Muñoz Osorio, y Roberto Trabucco.


A finales de esta década y debido a que el tinglado nunca se convirtió en gimnasio, este espacio comenzó a ser utilizado como estacionamiento.



Uno de los datos que marca el crecimiento de la escuela fue la construcción de seis nuevas aulas, que se unieron a las cuatro existentes frente a la cancha de fútbol en el año 1981. Luego se levantaron las aulas pertenecientes al jardín de infantes que reemplazaron a las antiguas de cartón prensado. En el año 1986 se produjo la mudanza del kiosco de Pocha hacia la casita donde había vivido el antiguo rector Andretta y una familia de caseros. Este cambio se debe al comienzo de la remodelación y reconstrucción del antiguo chalet cuyo deterioro era notorio. La obra, que llevó largo tiempo, comenzó en el sector más cercano a las aulas nuevas y fue avanzando hacia la entrada de la escuela, lo que motivó que cualquier espacio físico fuera utilizado como aula, incluso el comedor del kiosco de Pocha.



A raíz de dificultades en la escrituración del terreno de la escuela, recién en el año 1986 un grupo de padres que había integrado la comisión fundadora, cede sus derechos sobre el título de propiedad a favor de la Diócesis de Quilmes.

Y llegó la década del 90…

En esta década comienza a tomar forma la fisonomía de la escuela como la vemos en la actualidad, para adaptarse a las nuevas situaciones que planteó la Ley Federal de Educación del año 1993. Debido a la implementación de esta ley a partir de 1994, la institución dejó de depender de la Superintendencia de Enseñanza Privada y pasó a la órbita de la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada en la Provincia de Buenos Aires, con el número de identificación a nivel secundario de 4958. La ley produjo los siguientes cambios: el 1er y 2do año del ciclo básico se convirtieron en 8vo y 9no años para depender del nivel primario, mientras el 3ro, 4to y 5to año continuaron siendo de la esfera del nivel secundario con el nombre de Polimodal, con diferentes orientaciones. Frente a tales cambios, la escuela se amplió no sólo en la cantidad de alumnos sino en su oferta educativa. En el caso de Polimodal la escuela abrió dos cursos con la orientación de Humanidades y Ciencias Sociales, un curso con la orientación de Ciencias Naturales y dos cursos con la orientación de Gestión y Administración, uno en el turno mañana y otro, por primera vez, en el turno tarde.
Esta situación trajo aparejado un gran aumento en la cantidad de alumnos ya que de dos secciones de 1er año de secundaria se pasó a contar con cinco de 8vo año, con crecimiento vegetativo a lo largo de los años hasta llegar a tener cinco divisiones por año, cuatro funcionando a la mañana y una de cada curso por la tarde.

A lo largo de las modificaciones edilicias, comenzadas en 1986, el antiguo chalet dio paso a una construcción de dos pisos, destinada al nivel Polimodal con un laboratorio remodelado, un SUM, y salas extras destinadas a diversos usos como: sala de profesores, secretaría, biblioteca…






Las remodelaciones a lo largo de la década del noventa también afectaron al nivel primario, cuyo primitivo edificio fue demolido y reemplazado por una nueva construcción de dos plantas. La obra terminó con el revestimiento de los pisos del patio y su posterior techado, que la convirtió en un espacio de múltiples usos. El edificio destinado al nivel inicial fue ampliado y completado con la estructura del techo de las galerías y la construcción de una sala de dirección.









Por iniciativa del Obispado de Quilmes, el Representante legal, Francisco Norberto Rumbo pensó en la creación de una parroquia de la cual la escuela dependiera. Siendo el espacio disponible para la construcción de carácter reducido, se compraron cuatro terrenos a una cuadra y media de la escuela sobre la calle 362 esq. 312A. El Obispo Jorge Novak, creó la parroquia San Juan Apóstol y Nuestra Señora y nombró como primer párroco a Carlos Vázquez.





En el año 1992, la dirección del establecimiento pasó de manos de la profesora Martha Mateo a la profesora Nancy Briccola de Giobellina. Para adaptarse a los cambios dentro de la educación y sus demandas, la dirección y un grupo de profesores se reunieron y redactaron un reglamento de convivencia siendo éste uno de los primeros en el distrito. El espíritu innovador de este documento radicaba, entre otras cosas, en plantear derechos y obligaciones para todos los actores que pertenecían a la institución: directivos, profesores, preceptores y alumnos.
La reforma de la Ley Federal de Educación y el aumento de las divisiones del instituto tuvieron su correlato en el incremento del personal docente. Para cubrir los cargos que se fueron generando, ingresaron nuevos docentes en las siguientes áreas: Ed. Física, Mariana Padrón, Alicia Morinigo, Diego Sola y Marianela Lisjak; en lengua Daniela Tedesco; matemática, Mónica Marrodán, Edith Ozán y Silvana Perla, Física y Química, José Luis Galdós y Gabriel Imaz; en inglés Sandra Cintioni, en artística María José Fernández, Laura Carrascal, Rodolfo Kurta y Carlos Arpi; en historia y Ed. Cívica, Silvia Scarinci, Daniel Pardo,Nora Rodríguez, Jorge Santos, Nora Reinke, Roberto Herrera; en geografía, Griselda Corrales, Mariana Mangini, Gabriela Arduino, Verónica Rappi; en Biología Liliana Aguirre y Cristina Bugueiro ,en economía Norma Ramos y Patricia Ferro. El personal de Preceptoría creció en su número, algunos de los mismos fueron: Dora Prieto, Adrián Luca, Daniel Ramos, Josefina Talarn y Elsa Idiart. Se produce el retiro de la secretaria Aurora Berango, reemplazada por Adriana Curti.

Todo el personal participó de distintos asados que se realizaban a fin de año como cierre del ciclo escolar y que se convirtieron en un hábito para profundizar el sentido de pertenencia y la sociabilidad dentro de la institución, retomando así ese espíritu de los encuentros de décadas anteriores.





Comienza un nuevo siglo

En la primera década del nuevo siglo, las autoridades debieron dedicarse a mantenimiento y remodelación de lo ya existente, como el techado de la galería del jardín, nueva instalación de gas, el reemplazo del techo de la galería central del secundario, dañado en una granizada y posterior tormenta de viento.

El Instituto Nuestra Señora produjo, en esta época, una apertura hacia la comunidad por su participación en distintos eventos culturales a nivel distrital y la colaboración con otras instituciones dedicadas a trabajar con personas con capacidades diferentes, a los cuales no solo se les permitía vender sus productos sino también los mismos alumnos de la escuela colaboraban con su alfabetización.





Entre los eventos culturales se encuentran: la elaboración de dos olimpíadas matemáticas internas, exposición de los micro emprendimientos de los alumnos de Economía, clases abiertas para padres en el laboratorio, la participación en olimpíadas de historia y contables distritales, el modelo de la ONU, olimpíadas de química, biología e historia de la Universidad de Morón, donde se destacaron en los primeros puestos y la obtención del primer puesto en tres años consecutivos de las olimpíadas sobre la historia de Berazategui. Dicho premio posibilitó a los alumnos la inauguración de una sala de video y una de computación de las cuales la escuela carecía, junto al esfuerzo de toda la comunidad educativa en la venta de rifas a tal fin. Además se produce una importante participación de la escuela en competencias deportivas interescolares y torneos bonaerenses.

El plantel docente se siguió ampliando con la incorporación de Carlos Herrera, Laura Mascheroni, Roberto Rufini, Silvia Rodriguez, Silvina González, Pascual Ríos, Mónica Maenza, Walter Sbarbati, Javier Gómez (preceptores), Ana María Manciagli, Luciana Corvalán, Yolanda Mathey Doret, Silvia Lobos, Sandra Bártoli, Walter Puigdemasa, Miguel De Luise, Sandra Morais (Matemática), Juan Filgueira, Ignacio Alvarez, Alejandra Pardiño, Walter Sbarbati (Ed. Física), Rosa Arsel, Lidia Coppotelli, Elba Klappenbach, Natalia Villalba (Lengua), Carolina López, Ariel Maciel, Silvia Velázquez (Economía), Cristina Fretes, Alberto Wagner, Nicolás Smiriglia, Flavia Martínez (Historia),Claudia Fernández, Gabriela Gómez, Elizabeth Morrillo, Mariela Mildenberger, (Geografía), María Laura Arado, Mariana Alvarez Lago, Verónica Beljansky, Silvia Matwiejczuk, Alejandro Robaina, Adrián Rinaldi, Carolina Vera, Gabriela Bazán (Inglés), Analía Fernández, Patricia Hirsch , María Laura Fea Ledesma, Ma. Victoria Alfonso, Ivana Vallese (Biología), Cristina Funtanet, Daniel Alvarez, (Físico-Química), Mabel Briccola, Mariano Ávila, Matilde Squitín (Filosofía y Psicología),Guillermo Fleischer, M Karina Núñez, Mercedes Ripa Alsina, (Artística).
Un párrafo aparte merece el grupo de maestros del séptimo grado de nivel primario, que la ley federal obligó a reconvertise en profesores de séptimo año pero, a la vez, se convirtieron en los colegas que nos acompañan en las distintas tareas escolares. Ellos son: Marta Vidondo, Marcela Miller, Mariano Albornoz y Marcela Del Castillo.

Los cambios en la educación continuaron cuando la Ley Federal de 1993, se reemplazó por una Ley de Educación Nacional en el 2006 y su correlato la Ley de Educación Provincial en el 2007. A partir de ella, la escuela secundaria pasó a ser de 6 años obligatorios al igual que la primaria, dividiéndose los primeros 3 años en Escuela Secundaria Básica y los 3 últimos en Escuela Secundaria Superior con sus correspondientes orientaciones. En el año que transcurre se recibirá la última promoción de Polimodal y en el año próximo, la primera de la Secundaria Orientada.

La institución se fue adaptando a las nuevas leyes pero también sufrió cambios institucionales cuando a partir del 2006, se reemplaza la Representación Legal del Padre Francisco Rumbo por la gestión de Roberto Campanelli. En el año 2009, no sólo se produjo el cambio de la Representación Legal, por María Jesús Rodríguez sino también la dirección de la escuela pasó de manos de la profesora Nancy Briccola a la profesora Patricia Ratto. Entre las últimas novedades que tiene el establecimiento está la incorporación del espacio llamado Formación Religiosa que se encuentra a cargo de Fernanda Nicholson, Norma Lezcano y Walter Pérez.

Muchos de los alumnos que pasaron por las aulas de esta institución, hoy en día, son profesionales con una activa participación en la sociedad y algunos de ellos, nos acompañaron y acompañan como docentes en la escuela que los ayudó a formar.

Con motivo de cumplir esta institución 50 años, se realiza la redacción de esta crónica histórica con una doble finalidad, por un lado recordar y traer al presente los orígenes de esta escuela y todos los que de alguna manera participaron en ella, y por el otro, reflexionar sobre aquellos principios que a través de los años son la base y la esencia de la institución, como por ejemplo, su espíritu ecuménico abierto a distintos credos, su heterogeneidad social que permite la integración de distintos sectores dentro de su comunidad, su sentido de solidaridad que la acercan a colaborar con distintos emprendimientos de ese carácter y una gran sociabilidad entre sus miembros que la convierten en una gran familia. Estas ideas soñadas por Pearson y el grupo de laicas consagradas, se han hecho carne hoy en esta institución protegida por dos grandes símbolos: el amplio manto de la Virgen María junto a la sombra amiga del aquél añoso roble que nos vio crecer.


Agradecemos a todas aquellas personas que colaboraron con su testimonio para armar esta secuencia que nos permitió poner en palabras esos recuerdos que quizás el tiempo podría borrar. Aunque algunas personas no aparezcan mencionadas queremos agradecerles igual porque formaron parte de esta institución y colaboraron para que se convierta en lo que es hoy.

Autoras profesoras
Arditi Susana
Sieben Graciela
2011


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